Mi nombre es María José y llevo dedicándome aproximadamente 10 años a la ayuda y al crecimiento emocional, mental y espiritual de las personas.
Si hago un recorrido a lo largo de mi vida sobre lo que me llevó a dedicarme a ello, me tendría que remontar a mi niñez donde lo que sentía no lo juzgaba y era capaz de sentirme conectada a los diferentes lugares y personas que me rodeaban, y a comunicarme con el Universo de una forma sencilla y natural. Obviamente seguí creciendo y evolucionando, y a medida que lo hacía esas capacidades innatas comienzan a suprimirse y a bloquearse, sobre todo al llegar la etapa de la adolescencia donde todo comienza a tornarse oscuro y me invade el miedo profundo y la inseguridad con mayúsculas. Comienza la noche oscura del Alma. Toda esta situación da un giro de 180 grados cuando comienzo a tratarme con Kinesiología, y ese fue mi gran despertar o renacer como el Ave Fénix, en el que de nuevo conecto con mi esencia y mi Alma.
Gracias a los diferentes aprendizajes que viví a lo largo de estos años comienzo mi formación como terapeuta, desarrollándome como maestra de Reiki, Kinesióloga, maestra en Lectura de Registros Akáshicos, Pedagogía Sistémica y Quiromasaje. Desde mis experiencias y los cambios que se han efectuado en mi vida, acompaño a quien lo necesite en cada momento, pues me siento afortunada de ofrecer herramientas para que la persona se construya de nuevo a sí misma.
Sigo caminando y creciendo cada día, y aunque a veces la vida te pone del revés, ver el mundo desde una visión más consciente, te libera y dejas de culpabilizar externamente, cuando todo y lo único importante que hay está dentro de ti.
Amo lo que hago, y es lo que me gusta trasmitir a aquella persona que decide mirar hacia dentro de nuevo.